Tenga un buen informe ; ser de reputación intachable a la vista no sólo de los cristianos, sino de los demás.

La trampa del diablo ; que establece tentando a los hombres para que actúen en perjuicio de sí mismos y de la causa de la religión. Como la obra de un obispo es sagrada y trascendental, debe ser emprendida únicamente por aquellos que, por un curso de buena conducta, hayan formado el carácter y asegurado la reputación, en la iglesia y en el mundo, de ser buenos hombres; libre de la imputación de vicio, mezquindad, indulgencia sensual o amor al dinero; hombres que tengan conocimiento, y sean capaces y estén dispuestos a enseñar; quienes son modelos de lo que es recto y honorable, amable y de buen nombre.

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