Para matar a los prisioneros ; aquellos a quienes llevaban a Roma para ser juzgados, no fuera que los soldados a cuyo cuidado habían sido encomendados fueran castigados por dejarlos ir. Los soldados, acostumbrados a matar hombres, tienden a pensar poco en el valor y el carácter sagrado de la vida humana. La lucha está adaptada para endurecer los corazones de los hombres y para nutrir y fortalecer esos sentimientos que, si continúan, los excluirán para siempre del cielo.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad

Antiguo Testamento