Los hombres malvados rechazan la verdad revelada de Dios, no porque no haya evidencia suficiente de que sea verdad, sino porque son malvados y la verdad los condena. Cuando los hombres rechazan la evidencia que Dios da, y buscan la que él no les dará, se vuelven más malvados y su último estado se vuelve peor que cualquier otro que lo precedió.

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Antiguo Testamento