Y todo Israel lo apedreó y lo quemó con piedras ]. Esta inclusión de la casa de Acán en el castigo es uno de los problemas morales del libro. Edersheim ('Bib. Hist.' Art. 'Joshua,' pág. 69 nota) interpreta el uso del número singular en Josué 7:25 ; como muestra de que Acán fue la única persona apedreada; el número plural que sigue ( Josué 7:25 ) se refiere únicamente a su ganado y propiedad. Otros enfatizan el hecho (no resaltado en la narración) de que su familia debe haber estado al tanto del crimen; o insistir en la 'vinculación' de la visitación divina pronunciada en el segundo mandamiento ( Éxodo 20:5). El último punto de vista concuerda mejor con el pasaje tal como está, que sugiere de una manera muy sorprendente los sufrimientos que la gente trae a sus hijos por sus pecados.

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