Concepción de Juan el Bautista. El surgimiento del cristianismo fue precedido por un largo período de cuatrocientos años, durante el cual la profecía permaneció en silencio, y la guía religiosa de la nación pasó a los rabinos y escribas, quienes invalidaron la Ley de Dios mediante sus tradiciones. El advenimiento de Cristo fue anunciado por un gran avivamiento de la profecía y por la restauración de las comunicaciones directas de Dios al hombre a través de una agencia sobrenatural, como en los casos de Zacarías, José, María, Elisabet, Simeón, Ana, los pastores, los magos. , y, en particular, Juan el Bautista, quien, aunque no dejó profecías escritas ni obró milagros, fue declarado por nuestro Señor como el más grande de los profetas, sí, y más que un profeta.

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