Fariseos, sean lógicos. Dices que echar fuera demonios es bueno, pero que yo, que lo hago, soy corrupto. Es como si dijeras: El fruto de este árbol es bueno, pero el árbol mismo está dañado. Decidid de qué manera lo tendréis. O digan que mis obras son buenas y, por tanto, que yo también lo soy, o que mis obras son corruptas, y que, por tanto, yo también lo soy. No se puede separar un árbol de su fruto, porque un árbol se conoce por su fruto. Tampoco puedes separar a un hombre de sus obras, porque por ellas se le conoce.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad