El Señor preservó a David dondequiera que fuera. Los que se llevan a Dios consigo dondequiera que vayan, pueden esperar prosperar y ser preservados en todos los lugares. Y aquellos que siempre están bajo la mirada de Dios, que siempre tienen a Dios en sus ojos.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad