Junto al sepulcro de Raquel En el camino a Belén, la cual ciudad estaba en Judá; su sepulcro podría estar en Judá o en Benjamín; porque las posesiones de esas dos tribus limitaban entre sí. El primer lugar al que lo dirige fue un sepulcro, el sepulcro de uno de sus antepasados. Allí debe leer un sermón sobre su propia mortalidad y, ahora que tiene una corona en el ojo, debe pensar en su tumba, en la que todo su honor quedaría en el polvo.

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