Bajemos en pos de los filisteos de noche. Habiéndose descansado así al anochecer, Saúl les propone reanudar la persecución, con la esperanza de acabar con todo el ejército de los filisteos cuando duermen por la noche. Entonces dijo el sacerdote: Acerquémonos aquí a Dios, al arca, para consultar a Dios. Es probable que se detuviera ante el altar y quisiera recordarles que era peligroso emprender cualquier cosa sin la dirección de Dios. No le respondió ese día. Aunque el sacerdote, al parecer, a menudo preguntaba una respuesta, él no la recibía.

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