Fue ante el Señor en su presencia y servicio, que, aunque despreciable para ti, es y será siempre honorable a mis ojos. Quien me eligió antes que tu padre, quien le quitó el honor a él y al suyo, y me lo transfirió, por lo cual me ha obligado a amarlo y servirlo con todas mis fuerzas. Seré aún más vil que así. Cuanto más se nos vilipendia por hacer el bien, más resueltos debemos ser en ello, uniendo nuestra religión más cerca de nosotros, por los esfuerzos de los agentes de Satanás para avergonzarnos de ello. Y seré vil . Siempre estaré dispuesto a humillarme ante Dios, y no pensaré en nada demasiado mezquino para rebajarme por su honor. De ellos seré honrado Tan lejos estarán de despreciarme por esto, que me honrarán más.

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