¿Rugirá el león, etc., cuando no tiene presa? “Los naturalistas afirman que cuando el león ve a su presa, ruge antes de precipitarse sobre ella; y que ante este rugido muchos animales muestran gran temor. También ruge sobre su presa. El sentido parece ser: Como el león ruge a causa de su presa, así por mis profetas clamo contra vosotros, porque sois objeto de mi venganza ". Newcome. ¿Puede un pájaro caer en una trampa donde no hay ginebra para él? Como un pájaro no cae en una trampa, a menos que se le haya puesto uno, así el pueblo de Israel y Judá no caería en las calamidades que les sobrevienen, si Dios, por su ingratitud y otros pecados, les impuso estos castigos. Hablando en sentido figurado, los asirios y los caldeos eran trampas o trampas que Dios había tendido para capturar a los israelitas.¿Tomará uno una trampa y no habrá tomado nada? Como no es habitual que el cazador o cazador tome las trampas que ha tendido, hasta que haya tomado algo en ellas; así tampoco los enemigos que Dios traerá sobre Israel y Judá se apartarán de ellos sin ejecutar el propósito para el cual fueron traídos, es decir, hacer una conquista del país y saquear a sus habitantes.

O Dios no eliminará sus juicios cuando hayan comenzado a tener lugar, hasta que hayan alcanzado su fin apropiado, el arrepentimiento y la reforma del pueblo. ¿Se tocará una trompeta y la gente no tendrá miedo? La gente de la ciudad, cuando escuchen por primera vez el toque de la trompeta de alarma, ¿no se verá afectada por el peligro y correrá a sus brazos? ¿Y no seréis conmovidos por las advertencias que Dios os da de los juicios que se acercan? ¿Y no os animaréis a arrepentiros y enmendar vuestros caminos? ¿Habrá males como el hambre, la plaga y la guerra? en una ciudad o país; y el Señor no lo ha hecho?O inmediatamente por su propia mano, o por las manos de aquellos a quienes emplea. Quienes sean los instrumentos para castigar a un pueblo, Dios es el agente principal. El significado aquí es: Puedes estar seguro de que las calamidades que sientes, o que tienes motivos justos para temer, no son el efecto del azar, sino que te sobrevienen por la dirección especial de la Providencia.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad