Atraeme por tu gracia y tu Espíritu Santo. Seremos tanto yo, tu esposa, como las vírgenes, mis compañeras. Y este cambio de números nos enseña que el cónyuge es un gran cuerpo, que consta de muchos miembros; corre tras de ti Te seguirá de buena gana, con alegría y rapidez. El rey me ha traído , etc. Cristo, el rey de su iglesia, ha respondido a mi oración; a sus aposentos donde pueda conversar libremente con él y disfrutar de él. Me ha llevado a una íntima comunión consigo mismo. Recordaremos tu amor , etc. Este será el tema de nuestros pensamientos y discursos.

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