Les enseñarás hebreo diligentemente , afiladlos o afiladlos , para que traspasen profundamente sus corazones. Esta metáfora significa la manera de instruirlos, que debe hacerse con diligencia, seriedad, frecuencia y discreción. A tus hijos Aquellos que aman al Señor Dios mismos harán lo que puedan para atraer el afecto de sus hijos hacia él, y así evitar que se corte la relación de la religión en sus familias. El obispo Patrick observa bien aquí que Moisés pensó que su ley era tan simple y sencilla, que todo padre podría instruir a sus hijos en ella, y toda madre a sus hijas. Lo bueno que nos ha sido encomendado, debemos transmitirlo cuidadosamente a los que nos suceden, para que se perpetúe.Hablarás de ellos con la debida reverencia y seriedad, en beneficio, no sólo de tus hijos, sino también de tus otros domésticos, tus amigos y compañeros. Cuando te sientes en tu casa en el trabajo, o en la comida, o en el descanso. Cuando andes por el camino Para respirar y hacer ejercicio, para conversar o en viajes. Cuando te acuestes

Estás a punto de retirarte de tu familia para dormir. Y cuando te levantes, vuelve de nuevo a tu familia por la mañana. Aprovecha todas las ocasiones para hablar con los que te rodean sobre las cosas divinas; no de misterios no revelados, o asuntos de dudosa disputa, sino de las claras verdades y leyes de Dios, y las cosas que pertenecen a su paz.

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