Los asuntos de su ayuno y de su clamorPorque y con respecto a esas grandes y abrumadoras calamidades que se había decretado que sobrevendrían a todos los judíos, y para cuya expulsión, no solo Ester y los judíos de Susa, sino todos los demás judíos, en todos los lugares, tan pronto como se enteraron de esos noticias tristes, sin duda, de acuerdo con los preceptos de las Escrituras y la práctica constante de sus piadosos predecesores en todas las épocas, huyeron a ese último y único refugio, de buscar a Dios mediante el ayuno y las oraciones fervientes y fuertes gritos, que Dios era complacido graciosamente de escuchar, y en respuesta a ello darles esta asombrosa liberación. Y esto era lo que ahora debían recordar, a saber, la grandeza de su peligro y su rescate de él. Y, en consecuencia, los judíos solían observar el primero de esos días con ayuno, llanto y otras expresiones de vehemente dolor.

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