Y Moisés puso un velo sobre su rostro. Este velo significaba la oscuridad de esa dispensación; las instituciones ceremoniales tenían mucho de Cristo y del evangelio, pero un velo estaba cubierto, de modo que los hijos de Israel no podían ver clara y firmemente aquellas cosas buenas por venir de las cuales la ley tenía una sombra. Era una belleza velada, oro en la mina, una perla en la concha; pero gracias a Dios, por el evangelio, el velo es quitado del Antiguo Testamento; sin embargo, permanece en el corazón de aquellos que cierran los ojos a la luz.

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