El fin , o la ruina, de toda carne ha llegado ante mí. Se acerca, está en la misma puerta. Ha venido en mi propósito y decreto, y con toda certeza sucederá, como si ya hubiera llegado, de la manera en que los hombres vanidosos puedan adularse con la esperanza de una mayor impunidad. Los destruiré con la tierra; pero hazte un arcaMe ocuparé de conservarte con vida. Esta arca era como el casco de un barco, preparado no para navegar sobre las aguas, sino para flotar, esperando su caída. Dios podría haber asegurado a Noé mediante el ministerio de ángeles, sin ponerlo a ningún cuidado o dolor; pero eligió emplearlo en hacer lo que sería el medio de su preservación, tanto para la prueba de su fe y obediencia, como para enseñarnos que nadie será salvo por Cristo , sino aquellos que obran su salvación; no podemos hacerlo sin Dios, y él no lo hará sin nosotros: tanto la providencia de Dios como la gracia de Dios coronan los esfuerzos de los obedientes y diligentes.

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