El rey juró: Vive el Señor, que hizo esta alma Es decir, que me dio mi vida y a ti la tuya, y que, como él es el autor, así es el preservador de nuestra vida y nuestro ser: quién puede sostener o sostener. llévatelos cuando le plazca. No te mataré , etc. Sedequías no le dice nada al profeta en cuanto a obedecer su consejo, pero le da la seguridad de su juramento de que ni él mismo lo matará, dando una orden inmediata de sí mismo para que lo maten, ni lo entregará en manos de aquellos. príncipes que, percibió, buscaban su vida.

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