Toda oscuridad. Toda clase de miserias, del alma, del cuerpo y del estado; será escondido o guardado por Dios para él. Están reservados y atesorados para él, y guardados como en un lugar seguro, y lo alcanzarán infaliblemente: en sus lugares secretos, en aquellos lugares donde confiadamente esperaba esconderse y protegerse de todos los males y enemigos; sin embargo, aun allí Dios lo encontrará. Un fuego no encendido por el hombre, sino encendido por Dios mismo; lo consumirá o lo destruirá Él piensa, con su poder y violencia, para protegerse de los hombres; pero Dios, por su propia mano inmediata, o de alguna manera desconocida e inesperada, lo encontrará. Puede entenderse del fuego del infierno; ver Isaías 30:33 .Le irá mal al que quede en su tabernáculo, con su familia o posteridad, que heredará su maldición, así como su propiedad. Heath traduce este verso: Toda calamidad le está reservada: un fuego inextinguible lo consumirá: devorará todo lo que quede en su lugar.

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