Porque se arrepintió el Señor. Es decir, el Señor cambió su conducta y su trato con ellos, como suelen hacer los hombres arrepentidos; quitó sus juicios y volvió a ellos con misericordia. Muerto el juez, volvieron a su rumbo anterior y habitual. Más que sus padres en Egipto o en el desierto. Sus propios actos , es decir, de sus malas prácticas, que él llama suyas , porque eran agradables a su propia naturaleza, que en toda la humanidad está profunda y universalmente corrompida, y porque les eran familiares y habituales.

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