El orgullo de tu poder Es decir, tu fuerza, de la que estás orgulloso, tus numerosas y unidas fuerzas, tu reino, sí, tu arca y santuario. Haré de tu cielo como hierro. Los cielos no te darán lluvia, ni la tierra, frutos. En vano se gastarán tus fuerzas en arar, sembrar y arar la tierra.

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