No confíen en un amigo. Este y el siguiente versículo describen una corrupción generalizada de los modales; de modo que todos los lazos y deberes de consanguinidad fueron pisoteados o no se les prestó atención. El amigo resultó traicionero con su amigo, la esposa con su esposo: los hijos menospreciaron a sus padres, y la propia familia de un hombre, o los domésticos, planearon su daño o destrucción, o actuaron como enemigos hacia él. Por tanto, miraré al Señor. La iglesia aquí expresa su confianza sólo en Dios, ya que no se puede confiar en el hombre. O pueden considerarse como las palabras del profeta y de aquellos que temían a Dios en Israel.

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