No te regocijes contra mí, enemigo mío. Aquí comienza un nuevo tema; la nación judía en general se presentó aquí hablando en su cautiverio y dirigiéndose a los caldeos. Cuando caiga, me levantaré O, porque estoy caído; porque me levantaré. Cuando me siente en tinieblas, el Señor me será por luz. No me gozará ni me triunfará, porque ahora estoy sentado en tinieblas o en miseria, porque Jehová me hará prosperar de nuevo. Sobrellevaré la indignación del Señor. Con paciencia, o sin quejarme, soportaré la aflicción o el castigo que Jehová me ha infligido. Porque he pecado contra elComo soy sensato, lo he ofendido mucho con mi idolatría, mi injusticia y mi falta de misericordia. Hasta que defienda mi causa y me juzgue hasta que se complazca en reconocer mi causa, como consecuencia de mi arrepentimiento y perseverancia en la adoración de él, y vengar mis ofensas de mis enemigos.

Bien puede suponerse que los caldeos se burlaron de los judíos por perseverar en la adoración de Jehová, o que Dios que (como suponían) no había podido librarlos, sus adoradores, de sus manos, los adoradores de Bel y Nebo; a quien, por tanto, estimaron más poderoso. Él me sacará a la luz. Él me traerá de nuevo a una condición próspera. Y contemplaré su justicia, o mejor dicho, su bondad. Lo que traducimos justicia , a menudo significa, según el hebreo, beneficencia o bondad.

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