También le enseñé a Efraín a ir en hebreo, תרגלתי לאפרים, dirigí los pies de Efraín. En esta época de la niñez de Efraín, apoyé y dirigí sus pasos, como madre o amamantamiento, los de un niño al que ella está enseñando a caminar. Tomándolos de sus brazos para guiarlos, para que no se desvíen del camino correcto; y sostenerlos para que no tropiecen y caigan: véanse las notas sobre Deuteronomio 1:31 ; Deuteronomio 32:11 ; Isaías 63 . Así hizo Dios con Israel en el desierto; y así dirige y apoya los pasos de su Israel espiritual, en medio de todas sus dificultades y peligros. Pero ellos no sabían que los curé Ellos no reconocieron este mi cuidado y amabilidad hacia ellos.

Los dibujé con las cuerdas de un hombre. Utilicé esos medios para atraerlos hacia mí, que eran los más adecuados para trabajar en ellos como criaturas poseídas de comprensión y afecto. La explicación en el Caldeo es justa y hermosa: "Como se dibujan los hijos amados, los dibujé con la fuerza del amor". Y yo era para ellos como los que se quitan el yugo en la mandíbula, o mejor dicho, en la mejilla. Como cuidador labrador, a su debido tiempo, quita el yugo de sus bueyes trabajadores y les quita el bozal con el que se les impedía comer cuando estaban en el trabajo; con tanta compasión le di alivio y sostuve a Israel. Les puse carneLes trajo provisión en sus necesidades. Dios parece aquí aludir al maná y las codornices que proveyó a su pueblo en el desierto.

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