El que perturba su propia casa, El que se trae problemas a sí mismo ya los niños; o bien, primero, por descuido, pereza, imprevisión, prodigalidad o cualquier maldad con la que consume sus bienes; o, segundo, por deseos codiciosos e inquietos esfuerzos por acumular riquezas, por lo que se acosa y angustia mucho a sí mismo y a su familia con cuidados y trabajos excesivos; heredará el viento Será tan incapaz de retener y disfrutar de lo que obtiene, como un hombre es para sostener el viento en su puño, o para alimentarse y satisfacerse con él: será llevado a la pobreza.

Y el necio será siervo a los sabios de corazón Una persona tan pobre de la prudencia o de la industria, deberá, a través de su extrema necesidad, ser obligado a trabajar duro para ganarse la vida, y convertirse en un sirviente para con los más diligente en la búsqueda, y más discreto en la gestión de sus asuntos mundanos.

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