El justo Sea magistrado, o cualquier particular, interesado en conocerlo y capaz de ayudarlo en ello; Considera la causa del pobre. Su pobreza no le impide tomarse la molestia de examinarla, ni tampoco de una justa determinación de ella; pero el impío no quiere saber. No se tomará la molestia de escudriñarlo, ya sea porque no le rinde ningún provecho, o porque resuelve ceder el derecho del pobre.

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