El justo considera la causa de los pobres, pero el impío no se preocupa por conocerla.

El justo considera la causa de los pobres (pero) el impío no se preocupa por saberlo.

Aunque no hay ganancia, sino mucha dificultad, atendiendo a la consideración justa y misericordiosa de la causa de los pobres, sin embargo, los justos se preocupan por ello. A los malvados no les importa saberlo; o si lo saben, hacen como si no lo supieran.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad