Alza tu mano para rescatar al pobre y para herir a sus opresores; no olvides el humilde espectáculo, al aparecer para su reivindicación, para que los recuerdes y los consideres. ¿Por qué desprecia el impío a Dios? ¿Por qué tú, dándoles impunidad, sufres y haces que te desprecien?

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