Sepa que el Señor hebreo Jehová, él es Dios, el único Dios vivo y verdadero; un ser infinitamente perfecto, autoexistente y autosuficiente; y la fuente de todo ser; la primera causa y el último fin de todas las cosas. Él es quien nos hizo no solo por creación, sino por regeneración, que también se llama creación , porque por ella somos hechos su pueblo. Por eso le debemos homenaje y servicio, y solo a él. y no otros dioses, que no nos hicieron ni nos renovaron. Él, y solo él, tiene un derecho incontestable a, y en nosotros, y todas las cosas. Suyos somos, para ser influenciados por su poder, dispuestos por su voluntad y dedicados a su honor y gloria. Somos su genteO súbditos, y él es nuestro príncipe o gobernador que nos da la ley, como agentes morales, y nos pedirá cuentas por lo que hacemos; las ovejas de su prado O, como se puede traducir en hebreo, el rebaño de su pasto , a quien cuida y alimenta . El que nos hizo, nos mantiene y nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos. Porque el Señor es bueno, infinito en bondad, y por eso hace el bien. Su misericordia es eterna Es una fuente que nunca se puede secar. Su verdad perdura por todas las generacionesY ninguna palabra suya caerá a tierra como anticuada o revocada: sus promesas son seguras para todos los fieles, de época en época. Si este Salmo se considera profético del llamado tanto de judíos como de gentiles a la profesión del evangelio, entonces por las puertas de Sión, Salmo 100:4 , debe entenderse místicamente la Iglesia cristiana.

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