Señor, si tuvieras que reconocer las iniquidades, obsérvalas con precisión y castígalas severamente, como se merecen; Oh Señor, ¿quién estará en pie? En tu presencia o en tu tribunal. Ningún hombre podría abstenerse o escapar de la sentencia de condenación, porque todos los hombres son pecadores. Ponerse de pie es una frase judicial, e importa que un hombre sea absuelto o justificado en un juicio justo. Pero hay perdón contigo. Eres capaz y estás dispuesto a perdonar a los pecadores arrepentidos; para que seas temido no con un servilismo, sino con un temor filial y una reverencia. Esta misericordia tuya es el fundamento de toda religión, sin la cual los hombres procederían desesperadamente en sus caminos impíos, sin ningún pensamiento de arrepentimiento.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad