Líbrame de mis enemigos, oh Dios mío Tú eres Dios , y yo ¿puedes ofrecer; mi Dios , bajo cuya protección me he puesto; y me has prometido ser un Dios todo suficiente, y por tanto con honor y fidelidad me librarás. Principalmente se refiere a Saúl por sus enemigos; sino que habla en plural, por reverencia a su rey, y para que, en la medida de lo posible con la verdad, eche la culpa de estas odiosas prácticas a los que lo rodean.

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