Pero, ¿quién es su padre? - Houbigant traduce este versículo, Pero uno de los que estaban presentes dijo así: Porque, ¿quién es su padre? ¿No es Kish? De ahí surgió el proverbio: ¿Está Saúl entre los profetas? Y observa que las ediciones siríaca, árabe, alejandrina, romana y complutense de la LXX leen a su padre. El alejandrino agrega: ¿No es Kish? lo cual añadimos (continúa él), para que la frase se complete como de costumbre en los hebreos: y como leemos en el Evangelio: ¿No es éste el hijo de José?

REFLEXIONES.— Saúl y Samuel ahora se separan. Saulo regresa a casa y siente que le ha pasado un cambio maravilloso; ya no se arrastran preocupaciones ni trabajos serviles enganchan sus pensamientos; pero los sentimientos elevados y elevados que se convierten en rey, la reparación de los agravios de Israel y las preocupaciones de peso del estado, se apoderan de su alma. Los signos ocurrieron de acuerdo con la predicción, y el último de ellos es particularmente notorio.

Tan pronto como llegó a la colina, se encontró con los profetas e instantáneamente se unió a sus devotos ejercicios. Como estaba tan cerca de casa y era muy conocido allí, los que lo vieron expresaron su asombro de que un labrador inexperto, el hijo de Kish, se comprometiera así; cuando uno de la compañía observó bien, ¿Quién es su padre? ¿No es todo profecía de Dios? ¿Qué significa de quién es hijo, o cuál fue su empleo, si Dios lo llama y lo capacita? Esto luego se convirtió en un proverbio: ¿Está Saúl también entre los profetas? Nota; (1.) Muchas de estas maravillas ha obrado la gracia divina, donde el mayor de los pecadores se ha vuelto más eminente entre los santos.

(2.) No se dependa demasiado de los cambios grandes y repentinos. Un hombre puede tener una nueva lengua, una nueva compañía, nuevos modales y, sin embargo, no convertirse realmente en un hombre nuevo.
Cuando terminó de profetizar, el don no continuaba siempre, vino al lugar alto para reconocer las misericordias que había recibido, y luego regresó. Su tío, al encontrarse con él cuando llegaba, le preguntó sobre su viaje, la causa de la cual le informa, y ​​su visita a Samuel; sobre lo cual su tío, tal vez sospechando algo de la expectativa universal que se suscitó de un rey, se muestra solícito por saber lo sucedido.

Pero Saúl ocultó prudentemente lo relacionado con el reino; ya que todavía no parecía una ocasión adecuada para declararse, y Samuel podría haberle ordenado que guardara el secreto hasta que llegara el momento en que se notificara públicamente su elección; y por eso solo habla de la respuesta que le dio Samuel acerca de los asnos. Nota; (1.) El arte de la ocultación prudente es una pieza de verdadera sabiduría. (2.) Los herederos del reino de Dios se contentarán con ser desconocidos en el mundo, hasta que Dios mismo proclame su gloria.

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