Un observador: en lugar de un observador, lee Houbigant, un adversario u oponente; lo que él cree responde mucho mejor al carácter del ángel del que se habla aquí, como el vengador y castigador del orgullo de Nabucodonosor. Según nuestra traducción, debemos entender que la palabra se refiere a la presencia de las órdenes evangélicas en el trono de Dios, para recibir y ejecutar sus mandamientos. Por eso se les llama los ojos del Señor.

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