Ver. 4. El Señor habló contigo cara a cara - VerÉxodo 33:11 .

REFLEXIONES.— Moisés convoca al pueblo, todos los que pudieron llegar a oír, para que asistan a la acusación de que estaba más lejos de entregar; y era necesario que supieran a fondo lo que estaban tan solemnemente obligados a obedecer. Los llama a escuchar los estatutos, morales, ceremoniales y judiciales, que Dios entregó en Horeb, cuando les habló cara a cara con una familiaridad asombrosa; y donde, consintiendo a los mandamientos de Dios, se estableció un pacto entre ellos, en el que Dios se comprometió a ser su Dios para bendecirlos, y ellos a ser sus siervos para obedecerle, mientras Moisés, como mediador, se interpuso entre ellos.

Nota; (1.) No puede haber alianza entre Dios y el alma, sino a través del único mediador Jesucristo, a quien Moisés prefiguró. (2.) Las promesas del pacto comprometen nuestro corazón a toda santa obediencia. (3.) No sólo hay una obligación común sobre los creyentes de ser obedientes, porque es su deber; pero, como interesados ​​en el pacto, uno peculiar, porque profesan que es su elección.

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