Llévate puñados de cenizas, etc. El asunto de esta plaga, observa Ainsworth, es el fuego; el cual también, siendo uno de los elementos que deificaron, es aquí hecho instrumento del mal para ellos, y reclamado por Jehová para su servicio, en castigo de sus devotos engañados, los adoradores de la criatura, con preferencia al gran Creador. Además, podemos observar que cuando los egipcios hicieron que los israelitas trabajaran con cruel opresión en el horno y los hornos de ladrillos, hubo aquí, como se observa con frecuencia en los castigos divinos, una justa venganza. A esta sexta plaga de Egipto, responde la primera plaga, Apocalipsis 16:2 sobre el Egipto espiritual.

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