Porque han cometido una transgresión, porque han transgredido gravemente. La Vulgata y Caldea lo tienen, porque han sido prevaricadores. "No son meros pecadores", dice San Jerónimo, "como otras naciones, sino que han sido culpables de prevaricación"; porque una cosa es descuidar lo que una persona ignora, y otra es despreciar lo que debemos adorar.

REFLEXIONES.— Jerusalén en su belleza era el gozo de toda la tierra; pero ahora que el pecado la ha contaminado, las llamas se encienden para devorar sus palacios.

1. Se la compara con una vid salvaje y estéril, el árbol más inútil y rentable del bosque; no apto para ningún trabajo, y solo apto para combustible para el fuego. Y si al florecer no sirve para ningún servicio, cuánto menos cuando se reduce a cenizas.
2. Sigue la aplicación de esta semejanza a Jerusalén. Esta ciudad, con sus habitantes, como la vid inútil, está condenada a las llamas, a causa de sus grandes provocaciones. La ira de Dios se enciende; y su rostro, como un enemigo implacable, se puso contra ellos; eran del todo inútiles, no le traían gloria; sí, nocivas como las plantas de vid silvestre; por tanto, su tierra será asolada, el fuego los consumirá, y una calamidad tras otra los perseguirá, hasta que sean consumidos por completo, y Dios les dará a conocer terriblemente en los juicios que ejecutará sobre ellos. Nota; La ira persigue a los pecadores impenitentes, hasta que se perfecciona en las llamas eternas.

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