Y tú, no les temas, a menudo se exhorta a los profetas y mensajeros de Dios a que se animen, y se les promete una ayuda proporcional en el desempeño de su oficio, sin temer a la persona de ningún hombre ni admirarse de la grandeza de ningún hombre. Las expresiones en este versículo caracterizan perfectamente a un pueblo inicuo, que, habiendo sacudido toda restricción de la religión y las leyes, no escuchará razón ni atenderá las protestas de aquellos que los instruyan en mejores sentimientos.

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