José soñó, y ellos lo odiaron aún más.Todo conspiró para inflamar la envidia y la malicia de sus hermanos. Artabano y Justino * atribuyen, y muy justamente, esta envidia a la superioridad de José sobre sus hermanos en sabiduría, piedad y virtud. A partir de la secuela se verá muy claro cómo se cumplieron estos sueños, todos los cuales importaron lo mismo, la sumisión de toda la familia a José: pero merece observación, con qué facilidad el padre y los hermanos interpretaron estos sueños, como si el la ciencia les era perfectamente familiar. Sobre este tema debería leerse el cuarto libro de la Divina Legación del obispo Warburton. Observa que el método de transmitir ideas es mediante figuras o sonidos. Al transmitir ideas mediante figuras, se representaba el cuadro o imagen de una cosa a transmitir: así, la idea de un caballo estaba representada por el cuadro de ese animal; pero este método, acompañado de inconvenientes, primero, se hizo que la principal circunstancia en el tema representara el todo; así unLa escalera de escalada se pintó para representar un asedio. 2. El instrumento de una cosa, ya sea real o metafórica, se puso para la cosa misma: así se colocó eminentemente un ojo , denotaba omnisciencia, y un ojo y un cetro un monarca. En tercer lugar, una cosa sustituyó a la otra, cuando cualquier parecido o analogía pintoresca en el representante podía ser recogida de la naturaleza o la tradición: así, el amanecer se denotaba por los dos ojos del cocodrilo, porque parecen emerger de su cabeza: y aquel que había soportado las desgracias con valor y las había superado, era representado por la hiena; porque se suponía que la piel de ese animal era invulnerable.

En el sueño, donde la información proviene más de cifras que de sonidos, las ideas se transmiten comúnmente mediante imágenes, que se denominan sueños; y todo el arte de la interpretación de los sueños, se fundamenta en esta hipótesis. Los sueños se pueden dividir en especulativos y alegóricos: el primer tipo es el que representa una imagen clara y directa de lo predicho; el segundo es una insinuación indirecta del mismo, mediante una imagen típica o simbólica. El sueño de José era de esta última especie.

* Ver Eusebii Praepar. Evangel. lib. ix. C. 23. y Justin. lib. xxxvi. C. 2.

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