Y soñó José un sueño, y lo contó a sus hermanos; y ellos lo aborrecieron aún más.

Soñó un sueño. En los tiempos antiguos se prestaba mucha atención a los sueños; y por eso el sueño de José, aunque no era más que un niño, atrajo la atención de su familia. Pero este sueño era evidentemente simbólico. El significado era fácil de discernir; y, al repetirse bajo los diferentes emblemas de las gavillas y de los cuerpos celestes (las once estrellas que denotaban las constelaciones del zodíaco, inclinándose hacia él, la duodécima), se consideraba seguro el cumplimiento (cf. Génesis 41:32 ), de donde fue que "sus hermanos lo envidiaron, pero su padre observó el dicho".

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad