Llamó su nombre Noé, diciendo, este mismo consolará, etc.— Noé (נה) el nombre propio se deriva del verbo que damos consuelo, y por lo tanto implica consolación: y las siguientes palabras, concernientes a nuestro trabajo y fatiga de nuestras manos, &C. parezca atribuir este consuelo al trabajo corporal, respetando las producciones de la tierra. Pero sabemos tan poco sobre el estado de la tierra antediluviana y el grado de trabajo consecuente a la maldición original, que es imposible de determinar en el presente caso.

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