Algunos admiran a los apóstoles, llenos del Espíritu Santo y que hablan varios idiomas; pero son ridiculizados por otros, a quienes Pedro refuta, mostrando que los apóstoles hablaron por el poder del Espíritu Santo, que Jesús había resucitado de entre los muertos, ascendió al cielo, había derramado el mismo Espíritu Santo, y era el Mesías, conocido por que sean aprobados por Dios por sus milagros, prodigios y señales: un gran número de los que se convirtieron, se bautizan, que luego conversan devota y caritativamente, los apóstoles obran muchos milagros y Dios aumenta cada día su iglesia.

Anno Domini 33.

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