Los sacerdotes, el capitán del templo y los saduceos, etc. Estas tres clases de hombres, por diferentes motivos, tenían prejuicios contra los apóstoles.

Los sacerdotes se sintieron ofendidos, porque los apóstoles, a quienes consideraban sólo como hombres privados, se comprometieron a enseñar públicamente; los saduceos fueron pesar, porque, al testificar de la resurrección de Cristo, que efectivamente predicaron la doctrina que se descargo de responsabilidad y detestaban, la doctrina de la resurrección de entre los muertos, y el capitán, que fue colocado con un grupo de soldados cerca del templo, para custodiarlo, al ver tanta gente reunida en torno a los apóstoles, comenzó a aprehender un tumulto.

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