Cuando estaba a praying- Mientras Jesús estaba en el país más allá del Jordán, que pasó a rezar públicamente con tal fervor, que uno de sus discípulos, muy afectados tanto con la materia y la forma de su discurso, pidió que iba a enseñar a ellos para orar. Este discípulo probablemente no había estado presente cuando nuestro Señor, al comienzo de su ministerio, dio instrucciones a sus oyentes acerca de sus devociones. Por tanto, Jesús, que siempre se regocijaba de encontrar a sus oyentes deseosos de instrucción, aprovechó de buen grado esta oportunidad y repitió el discurso sobre la oración que había pronunciado anteriormente en su sermón de la montaña; pero con esta diferencia, que ahora manejaba los argumentos que había ofrecido como motivos del deber, un poco más a fondo que antes.

Muchos eruditos suponen que los maestros judíos solían dar a sus seguidores alguna forma breve de oración, como un distintivo peculiar de su relación con ellos. Probablemente Juan el Bautista había hecho esto; en cuyo punto de vista sólo podemos suponer que los discípulos podrían ahora pedirle a Jesús que les enseñe a orar; porque no debe pensarse que, en los tres años anteriores de su ministerio, no les había dado instrucciones a menudo tanto en cuanto al asunto como a la manera de orar.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad