Escuche otra parábola: No satisfecho con mostrar a los gobernantes la atrocidad de su pecado, al rechazar al Bautista, Jesús juzgó apropiado igualmente representar públicamente el crimen de la nación, al rechazar a todos los mensajeros de Dios, desde el primero hasta el último; y entre los demás, su Hijo unigénito: al mismo tiempo, les advirtió claramente del peligro que corren, por razón del castigo en el que incurrieron a causa de tal curso continuo de rebelión. La economía exterior de la religión de la que se gloriaban, iba a ser quitada de ellos; su relación con Dios, como pueblo suyo, cancelada; y su constitución nacional destruida: pero, como estos eran temas extremadamente desagradables, los escondió bajo el velo de una parábola, que formó sobre una utilizada mucho antes por el profeta Isaías, Isaías 5:1, &C.

donde ver las notas. Esta viña, con sus accesorios, representa la dispensación mosaica, una dispensación acompañada de grandes ventajas presentes y muchas promesas de bendiciones futuras: las otras circunstancias de la parábola son extremadamente claras. San Mateo usa la palabra ληνον para un lagar, y San Marcos, υποληνον; el primero significa el lagar, el otro la cavidad debajo de él, donde se fijó el recipiente que recibió el licor prensado de las uvas. Uno de estos implica naturalmente al otro; pero nuestro Señor decidió mencionar ambos.

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