Y pondrán mi nombre sobre los hijos de Israel, un hebraísmo muy fuerte: que parece, como observa Ainsworth, ser una alusión a la antigua costumbre de imponer o levantar las manos para otorgar bendiciones, para significar la imposición del nombre o bendición de Dios sobre los israelitas. "Los bendecirán invocando el nombre de Jehová y recomendándolos a su bondad paterna". Jonathan parafrasea las palabras del texto: "Los bendeciré en o por mi palabra"; que es precisamente la doctrina de San Pablo, quien nos enseña, que Dios nos ha bendecido con todas las bendiciones espirituales en los lugares celestiales, en o por Cristo: quien, con el Espíritu Santo; es altísimo en la gloria del Padre.

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