Jehová guardará tu salida, y c.- Es decir; "Te protegerá y prosperará en todas tus empresas".

REFLEXIONES.— En cada angustia, el salmista huía a un Dios del pacto. Tenemos,

1. Su oración. Alzaré mis ojos a las colinas, el lugar del tabernáculo de Dios, oa las colinas celestiales, el lugar donde habita su honor, de donde viene mi ayuda; o se puede leer interrogativamente: ¿Levantaré los ojos a las colinas? a los ídolos, oa los valientes de la tierra? ¿De dónde vendrá mi socorro? ¿a partir de estos? No; En vano se espera la salvación de estas colinas, Jeremias 3:23 .

Mi ayuda viene del Señor, que hizo los cielos y la tierra; su brazo es mi dependencia, su gracia mi único apoyo y su poder omnipotente; el que creó todas las cosas, puede y me preservará del poder de mis enemigos. Nota; (1.) Dios es un refugio seguro para quienes vuelan hacia él. (2.) Cuando la ayuda humana se desespera, para Dios nada es imposible.

2. La respuesta. O así el salmista puede haberse respondido a sí mismo, o le habla a todo humilde peticionario en sus circunstancias: No permitirá que tu pie resbale; aunque la tierra y el infierno asaltan el alma del creyente, la gracia y el poder de Jehová son suficientes para él. No se adormecerá el que te guarda, atento a sus santos, su seguro protector; y bien guardados y seguros deben ser los que él guarda. He aquí, el que guarda a Israel, su pueblo creyente, no se adormecerá ni dormirá, pero, siempre atento a sus preocupaciones y atento a su bien, los preservará del poder del mal. El Señor es tu guardador,el Señor Jesús, el grande, el buen pastor de las ovejas, cuyo amor infinito lo obliga a vigilarlas con el más tierno cuidado: sí, el más pequeño de los corderos de su rebaño puede esperar confiadamente su amable consideración. El Señor es tu sombra; como la densa nube que protege de los abrasadores rayos del día, así Dios los cubrirá con sus alas del peligro y los refrescará, como bajo la sombra de una gran roca en una tierra fatigada, Isaías 32:2 y siempre cerca de volar para, aun a tu diestra, una ayuda muy presente en la angustia.

Así escondido en Dios, el sol no te herirá de día, ni la luna de noche; las ráfagas más feroces de la persecución no nos quemarán, como la semilla en la roca, ni las heladas frías y abrasadoras o el rocío inclemente de la ráfaga de la tentación. Así escondido en Dios, el Señor te guardará de todo mal, ya sea de pecado o de sufrimiento; el pecado no tendrá dominio, y Satanás no podrá prevalecer. Él preservará tu alma, o la vida de la muerte; o si le da al enemigo poder sobre el cuerpo, el alma será preciosa a sus ojos, y la corona gloriosa del martirio recompensará ampliamente todos los dolores que esta carne pueda sufrir. El Señor guardará tu salida y tu entrada;En todos nuestros viajes por tierra o agua, en nuestro comercio y negocios, y en todos nuestros asuntos, esta protección divina está sobre nosotros, y Dios hará prosperar la obra de nuestras manos: desde ahora en adelante, e incluso para siempre, no solo la guardia de las almas fieles a lo largo de la vida, pero su guía a la muerte, en la muerte su estancia; y después de la muerte su porción eterna. Señor Jesús, cumple estas tus promesas a mi alma, te lo suplico.

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