Los extranjeros se someterán a mí. El hebreo es literalmente: Los hijos del extraño me han mentido; "Las naciones extranjeras que he conquistado me han prometido su obediencia y, disimulando su odio y hostilidad, se han sometido a mi gobierno; me han ofrecido sus servicios y me han pagado por coacción el tributo que les exigí". Nada puede argumentar una sujeción más miserable y servil que verse obligado a felicitar a un conquistador a expensas de la verdad y la libertad; y con boca mentirosa y corazón pérfido, para darle seguridades de fidelidad. Velero.

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