Por tanto, amados míos, huid de la idolatría. - Estas palabras muestran que a través de todo el argumento y advertencia anteriores, el escritor tuvo en cuenta los peligros particulares que surgen de su contacto con el mundo pagano, y especialmente de la participación en las fiestas de los sacrificios. No porque fueran enemigos, sino porque son sus “amados”, les había escrito así. Porque Dios es un Dios fiel, porque hace posible que usted escape de estos peligros y pecados, huya de la idolatría. No intente qué tan cerca puede llegar de él, sino qué tan lejos puede llegar de él.

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