¿Eres tú que ... - El sentido es (como dice la LXX) "¿Es usted mismo, mi señor Elías?" o (tal vez más apropiado al contexto), "Tú aquí, mi señor Elías", cuando todos buscan tu vida? La respuesta del profeta es aún más simple en su brevedad original: "¡He aquí a Elías!" en digno contraste con el humilde y casi servil discurso de Abdías, que claramente es el fruto no sólo de la reverencia, sino también del miedo.

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