Con tres bueyes ... Y mataron a un buey. - Allí a primera vista parece una discrepancia aquí, y la LXX. los traductores parecen haberlo sentido, porque leen, en lugar de "tres bueyes", "un becerro de tres años". Sin embargo, la verdadera explicación es que el becerro al que se alude en 1 Samuel 1:25 era el holocausto por el cual el niño era consagrado al Señor. Los otros dos eran la ofrenda anual del festival, cuya presentación era el obsequio habitual, y el cronista no pensó que mereciera la pena volver a mencionarlos aquí.

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