Tu padre ciertamente sabe que he hallado gracia en tus ojos. - David insiste en que su caída, e incluso su muerte, fue decidida por Saúl, quien, sabiendo cuánto lo amaba Jonatán, rehuiría confiarle a su hijo sus planes mortales con respecto a su amado amigo. David, con su intelecto claro y brillante, miró más profundamente en el corazón de Saúl que el hijo heroico e inocente. Reconoció muy vívidamente la intensidad del odio del rey hacia él; y vemos en el siguiente versículo que la afligida seriedad del hijo de Isaí tuvo su efecto sobre el príncipe, quien consintió en hacer la prueba pública de la verdadera mente de Saúl que su amigo pidió.

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